VARIOS
Nuestra energía se debe concentrar en contribuir al fortalecimiento de la familia; todos los esfuerzos que se hagan en esa dirección significarán aportaciones de crecimiento y salud para ésta y como consecuencia para la sociedad. Pero surge otra cuestión, ¿cuál debe ser el modelo de familia al que debe apuntar nuestra sociedad? Se están sugiriendo muchos y nuevos modelos de familia en nuestros días, pero no parece que éstos estén ayudando a dar más estabilidad a nuestra sociedad.
¿Quién puede establecer mejor la identidad, las funciones, el tipo de relaciones dentro de la familia? Básicamente tenemos dos respuestas: nosotros de forma autónoma podemos seguir haciendo propuestas desde nuestra perspectiva humana, desde nuestra supuesta sabiduría, la misma que nos ha conducido hasta esta situación prescindiendo de Dios. O bien, nos volveremos a Dios, el creador y diseñador de la familia; para que sea Él quien nos inspire y ayude a revitalizar y recrear una vida familiar que responda a nuestros anhelos y necesidades profundas.