ARAGUÀS JOSEP
La soledad constituye una herramienta eficaz para desconectarnos de tanta hiperactividad e hiperconectividad que a menudo saturan nuestra vida. Desde ese encuentro con la soledad se nos permite estar más presentes, reestablecer prioridades y recuperar una perspectiva más adecuada.
Abrazar la soledad implica dejar de luchar contra un constante estado de agitación y tensión que a veces nos agobia; asumir con naturalidad que la soledad nos visitará en algunos períodos de la vida y que estará presente en ciertos momentos, ya que es algo común a nuestra condición humana.
Abrazar la soledad nos enseñará a obtener la mejor versión de nosotros mismos, llegando a disfrutar de una plena autonomía. Y ello nos capacitará para llevar una vida más autosuficiente y satisfactoria, tanto organizativa como emocionalmente.
Abrazar la soledad nos aportará sanidad. Por una parte, permitirá que nuestra mente se relaje y descanse en medio de la fatiga sensorial y ambiental en que nos toca vivir. Por otra, nos ayudará a crear un entorno de reflexión y valoración serena para nuestra vida.
ÍNDICE
Prólogo, por Pablo Martínez Vila
Dedicatoria
Introducción
1. Una sociedad inmersa en la soledad
2. La soledad
3. Diversas expresiones de la soledad
4. Patología asociada a las personas solas
5. La bendición de la amistad
6. La intimidad
7. La irrupción de las nuevas tecnologías
8. La espiritualidad de las personas solas
9. Vida en plenitud para las personas solas