SOLÁ DAVID
Son nuestros hijos los que nos ayudan a conocernos realmente, sobre todo aquellos con los que nos resulta más difícil entendernos y educarlos. Ellos son nuestros mejores maestros. Conocer la parte inconsciente de nuestra relación con cada uno de nuestros hijos y comprender por qué un determinado retoño nos saca tan fácilmente de nuestras casillas, entender la causa del desagrado que nos produce su comportamiento y descubrir los motivos reales de nuestro empeño en cambiarlos nos abre la puerta a la posibilidad de una transformación profunda en nuestra relación con ellos.