MARTÍNEZ VILA PABLO & PARK STUART
Ser viejo no es bueno en sí mismo, pero Dios puede hacer hermosa la vejez.
Todos, nos sintamos bien o mal, necesitamos saber vivir la vejez. Y esto no es algo automático o espontáneo: es el resultado de una vivencia que tiene por meta la «renovación del hombre interior», renovación que se torna más necesaria a medida que «el exterior», el cuerpo, se va desgastando.
La Biblia nos enseña no solo a vivir sabiamente, sino a envejecer sabiamente. Los ancianos están en el corazón de Dios, por ello en su Palabra encontramos mucha luz sobre la vejez, su significado, su valor y cómo afrontarla.
La Palabra de Dios nos confirma que aprender a vivir la vejez no solo es posible, sino recomendable. «Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría» (Sal. 90:12).
Índice Vivir la vejez
Invitación a la lectura
Prefacio
Primera parte · Stuart Park
Tres modelos: Jacob, David y Job
Jacob
David
Job
Segunda parte · Pablo Martínez Vila
Aun en la vejez fructificarán
El cuadro bíblico de la vejez: no fuimos creados para envejecer
El triángulo de la vida: ser, estar y hacer
La «caja de herramientas» de la vejez: adaptación, esperanza, ilusión
Epílogo