TRIUNFO DE LA FE

Este libro es un estudio de la fe -la verdadera fe que salva- fe en Jesucristo. El reto de Lutero para la iglesia de sus días existe también para nosotros en el siglo XXI. El mensaje que igualmente necesitamos es el que proclama una sola fe en lo que Jesucristo hizo en la cruz para lograr el perdón de nuestros pecados.
Esta es la historia verídica de Martin Lutero y cómo su fe cambió el curso del mundo. Su fe se agiganta hoy y nos alienta a vivir los principios de la Palabra.

La fe vigorosa de este convencido monje agustino no solo lo llevo a desafiar al propio Papa León X y a sus cardenales (incluso al acaudalado Cardenal Cayetano), sino también como doctor que era de teología y Biblia, a amenazar los mismos fundamentos religiosos de la Iglesia, acusándola de haberse extraviado de estas Escrituras. Los defensores del Papa lo enjuiciaban citando a sus Concilios y mil años de tradiciones. Lutero los vencía con certeza con textos irrefutables de la Sagrada Biblia.

Las armas de Lutero eran tres: la Palabra de Dios, el púlpito de la Iglesia Santa María de Wittenberg y su incansable pluma. Para su lucha solo contaba con estos endebles armamentos, como si hubiera aceptado el paradójico lema del apóstol Pablo: ¡Cuando soy débil, entonces soy fuerte! Gracias al invento de la imprenta y a los más de cien libros y panfletos del reformador, Europa se mantenía al tanto de cada giro que daba el torcido camino de este inesperado campeón de la reforma religiosa y política.

El fin de Lutero parecía cercano cuando el Papa León X firmó su Decet Romanum Pontificem, (Conviene que el romano pontífice) o sea la bula excomulgándolo de la Iglesia y demandando su presencia ante la corte del rey Carlos V en la ciudad de Worms. En vez de la muerte de Lutero, lo que resultó fue la independencia de gran parte de Europa y el comienzo de la Iglesia Protestante.

Leer este libro no solo es volver a vivir uno de los relatos más conmovedores y trascendentales de toda la historia de la humanidad, sino que obliga a preguntarnos: ¿Se estará apartando también la Iglesia hoy día de sus bases bíblicas? ¿Cómo se entiende que la Iglesia pueda abandonar la pureza del evangelio?